Saturday, September 25, 2010

Los comentarios modificados gramaticalmente

El comentario modificado gramaticalmente de La esfinge maragata

EL TROZO


No amaba este avaro la tierra como las mujeres de Maragatería, con ese amor recio y generoso que da la sal del llanto y del sudor para abono del surco en los terrenos. Amaba el dominio y la riqueza con mezquinos alcances, dentro de una pasión raquítica y sin alas.
Más duro de corazón y de mollera con los años, sentía la embriaguez de las posesiones a lo grosero y sensual, sin ternuras de enamorado, sólo con las voracidades torvas del instinto.
Su torpe codicia iba arrastrándose, lo mismo que un reptil, por los barbechos, y en la estrechez de la mísera tierra laborable y en el camino silencioso y triste de las hendidas cabañucas romanas, hasta dar por chiripa en una casa de adobes, en una recua y un rebaño.
Ahora zumba el usurero, como un cínife, en torno a la parcela de regadío donde Olalla y Ramona abren el cauce regador.
Hipan aspadas las dos mujeres sin resuello ni aliento en la pesadumbre del trabajo, metidas hasta la cintura en la rota, represando y corriendo el anhelado camino para el agua.
--Dios os ayude--dice la trémula voz del tío Cristóbal desde el hoyo profundo de sus labios.
(pág. 229)



EL ASUNTO

El hombre viejo, tío Cristóbal, no amaba la tierra como las maragatas. Él le gustaban la riqueza y el poder, pero no tenía el deseo trabajar para estas cosas. Su corazón era duro sin amor. Amaba las cosas inmovilizadas y su codicia era evidente en su vida.

Ahora, como el usurero, supervisa las mujeres Olalla y Ramona que trabajan la tierra sin respirar, sin descanso y que siguen cavando con perseverancia. Ellas están tratando hacer un conducto del arroyo que proporcionaría agua a ellas mismas. Cristóbal pregunta a Dios para la ayuda.



LA ACTITUD

El narrador o la narradora no tiene una actitud muy positiva hacia su sujeto, tío Cristóbal. Tiene mucha compasión hacia las maragatas que aman su tierra y son trabajadoras. Por el contrario, la descripción de su sujeto incluye palabras que significan un sujeto perezoso, codicioso, y con un corazón duro. Su “torpe codicia” es la imagen de un hombre que vive con el propósito aumentar de riqueza sin responsabilidad trabajar para la riqueza. Creo que es evidente que el narrador o la narradora detesta completamente el “avaro”, el viejo Cristóbal. Todas las frases describen a él con palabras que rebosan de este desdén.

En contraste con lo que el narrador o la narradora dice sobre el hombre, la actitud es de la admiración pura hacia las mujeres de la Maragatería. Se usa palabras que pintan la imagen de pasión, sudor, “pesadumbre del trabajo” y “amor recio y generoso para la tierra”. Estas palabras causan el lector o la lectora se compadece de las maragatas y como consecuencia, tiene más desdén hacia Cristóbal.


LA ESTRUCTURA Y EL LENGUAJE

Hay seis párrafos que son cortos y de mucha descripción vivida. El primer párrafo mayormente explica la diferencia de sentido entre tío Cristóbal y las mujeres de la Maragatería para la tierra; el segundo párrafo describe el corazón duro de él y la falta de ternura; el tres párrafo demuestra su codicia; el cuarto párrafo dice que Olalla y Romana trabajan la tierra; el quinto párrafo pinta la imagen de la pesadumbre del trabajo de las mujeres; y el párrafo final es la evidencia de la exasperación y la desesperación de Cristóbal.

En el lenguaje del texto, la autora no mancha su sentido con estas palabras descriptivas sino las usan mejorar el texto. Utiliza los agentes literarios como la metáfora que compara Cristóbal a un reptil o la metáfora que compara el usurero a un cínife. Además, las palabras pintan una imagen para el lector o la lectora como las palabras “zumba”, “sin alas”, y “el anhelado camino para el agua”. No es lenguaje simple y sin sentido, pero ella con éxito y creatividad, transmite el texto y los rasgos de los personajes.


LOS APORTADOS

Hay tres aportados en este texto.

Apartado A: La descripción del tío Cristóbal y las mujeres: “No amaba este avaro la tierra … en una recua y un rebaño.” (ll. 1-13)

Apartado B: Lo que está pasando en ese momento: “Ahora zumba el usurero … el anhelado camino para el agua.” (ll. 14-18)

Apartado C: Las palabras de Cristóbal: “--Dios os ayude--dice la trémula voz del tío Cristóbal desde el hoy o profundo de sus labios.” (ll. 19-20)


EL ANÁLISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO A (ll. 1-13):

El trozo comienza con la frase “No amaba este avaro la tierra como las mujeres de Maragatería” (Espina 229). Primero, se descubre que el escenario del texto está en el lugar de Maragatería. En adición, es posible deducir de esta frase que el personaje que el narrador o la narradora menciona es un varón, porque hay separación entre el personaje y un grupo que consiste en “las mujeres”. Si el personaje es una mujer, el narrador o la narradora escribiría necesariamente, “No amaba este avaro la tierra como las otras mujeres”; pero, la palabra “otras” no existe en la frase. Por eso, es posible concluir de la primera frase que el personaje que no amaba la tierra es un varón. Esta deducción está probada por la última frase del texto que dice “Dios os ayude—dice la trémula voz del tío Cristóbal desde el hoyo profundo de sus labios” (Espina 229). El varón que no amaba la tierra es el tío Cristóbal.

En el primer apartado, el narrador o la narradora pinta una imagen del personaje “tío Cristóbal”. Los detalles vividos presentan los rasgos desdeñosos como la pereza, la pasión sin acción, un corazón duro y una vida sin el amor; por eso, es un personaje con muchos pecados. Además, el narrador o la narradora describe las mujeres como las trabajadoras de la tierra, las personas que aman la tierra, y están del llanto y sudor en el trabajo. El contraste entre la descripción de Cristóbal y las maragatas en el “Apartado A”, aumenta el desdén para Cristóbal.

En este apartado, hay una metáfora que es un elemento literario y un parte del estilo distinto de Espina. La metáfora compara Cristóbal a un reptil. Esta metáfora hace una imagen mental de Cristóbal con color, forma y movimiento. Es una descripción muy bonita para el lector o la lectora. Los reptiles son lentos y perezosos; Cristóbal es el mismo.



EL ANÁLISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO B (ll. 14-18):

En el segundo apartado, el lector o la lectora ve la acción actual del texto—el presente. Cristóbal, el usurero, guarda la tierra que Olalla y Ramona cavan sin cesar. Ellas trabajan con pesadumbre y están tratando de hacer un conducto del arroyo que proporcionaría agua a su parcela. El texto describe en detalle vivido la dificultad de Olalla y Ramona quienes están en el campo—la transpiración, el deseo por el agua y la aflicción del trabajo. Es la imagen opuesta de la de tío Cristóbal que disfruta del trabajo, el llanto y el sudor de las mujeres que viven con el amor de la tierra.

La metáfora en este apartado compara al usurero a un cínife que zumba irritantemente. Los cínifes son insectos molestos—muchas veces si hay un cínife, una persona lo mata debido al odio hacia ellos. La metáfora de técnica literaria crea una imagen que ayuda al lector o la lectora comprender el nivel de frustración e irritación que la supervisión de Cristóbal causa.

La descripción de las mujeres que cavan un conducto para el agua demuestra el corazón duro de Cristóbal. Alguna persona que mira a otros que luchan para sobrevivir mientras esa persona no hace nada, es una persona que carece de compasión, moralidad y valor.



EL ANÁLISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO C (ll. 19-20):

El último apartado se enfoca otra vez en el personaje de Cristóbal. No sólo no ayuda a las mujeres desesperadas sino que debido a su falta de simpatía y piedad dice palabras vacías y sin sentido del corazón. Le pide a Dios que les ayude, pero si él verdaderamente estuviera preocupado, él contribuiría a luchar por sus vidas y cavar el conducto para el agua. Por eso, en realidad él no está preocupado sobre la vida de las mujeres que sufren.

La última frase revela otra vez el estilo literario de Espina que no es simple sino con imágenes vividas. Se puede decir “…dice la voz del tío Cristóbal” y esta frase transmitiría la misma idea pero de una manera menos interesante para el lector o la lectora. Es decir, Espina tiene el talento especial de escribir con lenguaje distinto. Una frase simple se metamorfosea en una frase de más creatividad debido a la descripción de la voz con la palabra trémula y la descripción de la manera que dice las palabras “desde el hoyo profundo de sus labios”.


EL TEMA

La pereza, la codicia y un corazón duro no son rasgos desear y la Biblia describe estos rasgos como pecados. La pasión, la ética deseada en un ser humano y el amor a la naturaleza son rasgos más admirables. La suma de las partes de una persona son indispensables en el análisis del valor y carácter de una persona, y en cómo son apreciados.



LA CONCLUSIÓN

Este texto me interesa. Al principio, antes de leer el texto más lentamente y con más cuidado, no entendí la facultad de las palabras y las descripciones contrarias entre las maragatas y el personaje Cristóbal. Gracias del estilo escrito de Espina, el texto realmente provoca la emoción negativa hacia las personas con los mismos rasgos de Cristóbal. Me gusta el uso de metáforas y palabras vividas, que crean un texto artístico y de mucha emoción. Sin estas técnicas literarias, y el estilo narrativo y descriptivo, el texto sería aburrido y sin las emociones que el texto suscita.

Comentario modificado gramaticalmente de Nada

EL TROZO

Un trozo de Nada, por Carmen Laforet
(Barcelona: Destino, 2007)
págs. 24-25

La habitación con la luz del día había perdido su horror, pero no su desarreglo espantoso, su absoluto abandono. Los retratos de los abuelos colgaban torcidos y sin marco de una pared empapelada de oscuro con manchas de humedad, y un rayo de sol subía hasta ellos.

Me complací en pensar en que los dos estaban muertos hacía años. Me complací en pensar que nada tenía que ver la joven del velo de tul con la pequeña momia irreconocible que me había abierto la puerta. La verdad era, sin embargo, que ella vivía, aunque fuera lamentable, entre la cargazón de trastos inútiles que con el tiempo se habían ido acumulando en su casa.
Tres años hacía que, al morir el abuelo, la familia había decidido quedarse sólo con la mitad del piso. Las viejas chucherías y los muebles sobrantes fueron una verdadera avalancha, que los trabajadores encargados de tapiar la puerta de comunicación amontonaron sin método unos sobre otros. Y ya se quedó la casa en el desorden provisional que ellos dejaron.

Vi, sobre el sillón al que yo me había subido la noche antes, un gato despeluzado que lamía sus patas al sol. El bicho parecía ruinoso, como todo lo que le rodeaba. Me miró con sus grandes ojos al parecer dotados de individualidad propia; algo así como si fueran unos lentes verdes y brillantes colocados sobre el hociquillo y sobre los bigotes canosos. Él enarcó el lomo y se le marcó el espinazo en su flaquísimo cuerpo. No pude menos de pensar que tenía un singular aire de familia con los demás personajes de la casa; como ellos, presentaba un aspecto excéntrico y resultaba espiritualizado, como consumido por ayunos largos, por la falta de luz y quizá por las cavilaciones. Le sonreí y empecé a vestirme.

Al abrir la puerta de mi cuarto me encontré en el sombrío y cargado recibidor hacia el que convergían casi todas las habitaciones de la casa. Enfrente aparecía el comedor, con un balcón abierto al sol. Tropecé, en mi camino hacia allí, con un hueso, pelado seguramente por el perro. No había nadie en aquella habitación, a excepción de un loro que rumiaba cosas suyas, casi riendo. Yo siempre creí que aquel animal estaba loco. En los momentos menos oportunos chillaba de un modo espeluznante. Había una mesa grande con un azucarero vacío abandonado encima. Sobre una silla, un muñeco de goma desteñido.

Yo tenía hambre, pero no había nada comestible que no estuviera pintado en los abundantes bodegones que llenaban las paredes, y los estaba mirando, cuando me llamó la tía angustias.


EL ASUNTO

El trozo comienza con una descripción de la habitación de Andrea. A la narradora Andrea, la habitación le parecía menos horrífica durante el día; pero, la habitación todavía estaba desordenada y abandonada. La narradora observó los retratos de los abuelos colgados de la pared—ella notó que la pared mostraba que había personas que habían vivido allí.

Ella pensaba en los abuelos que eran las figuras en los retratos. Pensaba en la muerte y la abuela—una vieja que se había encogida y que vivía dentro de la casa, entre la acumulación de cosas y más cosas…todas que son inútiles. La figura de su abuela había cambiado y ya no era reconocible. Debido a la muerte de su abuelo, la familia solamente vivía en la mitad del apartamento. El desorden del apartamento con las viejas chucherías era impresionable.

Andrea vio un gato sobre el sillón que parecía estar en mala forma y un poco cómico—tenía grandes ojos verdes, unos bigotes canosos y un cuerpo muy flaco. Ella reconoció algunas características similares entre el gato excéntrico y su familia excéntrica. Comenzó a vestirse.

Abrió la puerta y notó que no había mucho sitio de sobra todas las habitaciones de la casa. En su camino hacia el comedor, tropezó con un hueso del perro. En el comedor solamente estaba el loro loco que a veces hacía ruidos; una mesa con un azucarero vacío; una silla; y un muñeco.

Ella tenía hambre pero no pudo encontrar comida. La tía angustias la llamó.


LA ACTITUD

El trozo está escrito en primera persona. La autora tiene una actitud positiva hacia el personaje Andrea. El modo en que la autora escribe las descripciones del piso narrador por Andrea, demuestra la compasión y el cariño que Laforet siente por ella.

El trozo incluye los detalles de sus abuelos, la casa desordenada, el gato cómico, la pobreza y el hambre. Estas características le presentan al lector o a la lectora a Andrea, una joven simpática, y como consecuencia sentimos compasión por ella. A pesar de la pobreza, ella puede notar los aspectos cómicos de su familia y la situación en que se encuentra. La autora pinta un sujeto de personalidad e inocencia. Éstas son características admirables.


LOS APARTADOS

Hay tres apartados del trozo.

Apartado A: La descripción de los retratos de los abuelos y como consecuencia, los pensamientos del abuelo muerto: “La habitación con la luz…desorden provisional que ellos dejaron” (Il.1-20)

Apartado B: La discusión del gato y la comparación de él a su familia: “Vi, sobre el sillón que...y empecé a vestirme.” (Il. 21-34)

Apartado C: Los detalles actuales de Andrea: “Al abrir la puerta de mi cuarto… me llamó la tía angustias” (Il. 35-50)


EL ANALISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO A (Il. 1-20)

Al comienzo del trozo, el lector o la lectora puede darse cuenta que Andrea se está enfrentado al horror de las condiciones malas de su vida. El desorden y abandono son factores muy importantes. El abandono y el desorden significan que los tiempos han cambiado—el nivel de pobreza del estado ha aumentado y las condiciones de vida han sido reducidas. Antes de la guerra civil, había más prosperidad en España pero con los hechos de la guerra, encontramos que el país de la posguerra en una condición de devastación.

La luz es un símbolo de la esperanza. La luz, en forma de un rayo de sol, sube hasta los retratos de los abuelos, lo que significa la esperanza que el pasado había tenido. Los viejos simbolizan la historia del país viejo; el país viejo era de más sofisticación, y sin desorden y cosas inútiles. Además, la luz del día causa un rayo de esperanza para Andrea porque el apartamento no parece tan horrífico en la luz. La luz es una promesa de las condiciones mejores del futuro.

Ella piensa en la muerte del abuelo y la consecuencia que la muerte ha causado para su abuela, que se parece a una “pequeña momia irreconocible” (Il. 10). La muerte es el símbolo del el resulto significante de la guerra y el espíritu del estado presente. El espíritu se metamorfoseó en un estado triste y pobre.

Se describe la casa, un apartamento que está lleno de trastos inútiles. Ella menciona que la familia había vivido en todo el piso, pero ahora solamente le queda la mitad del piso. El apartamento es una representación de España al tiempo de la posguerra. El país está en un estado de destrucción, de condiciones empobrecidas, de memorias de las personas muertas, y con muchos restos y ruinas inútiles. Similar a “las viejas chucherías y los muebles sobrantes” que están en el piso “una avalancha”, la desesperación después de la guerra crea en España una avalancha de problemas sin resolución (Il. 16-17). Sin embargo, como la luz sube en el apartamento y crea un ambiente menos horrífico, la luz de esperanza subirá en España y eventualmente España disfrutará de un ambiente menos horrífico.


EL ANALISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO B (Il. 21-34)

En la segunda parte, Andrea describe el gato sobre el sillón. El gato es un “bicho…ruinoso” con “sus grandes ojos al parecer dotados de individualidad propia” (Il. 23-25). El gato es la viva imagen del ciudadano medio en España después de la guerra civil. El gato tiene individualidad, como las personas de España, pero sufre de su “flaquísimo cuerpo” (Il. 28-29). El flaquísimo cuerpo pinta una representación del hambre―la gente se enfrenta a la hambre desesperada.

En adición, ella compara al gato con su familia que es excéntrica y espiritualizada. Estas características representan mayormente la población general de España en esa época.

Además, el gato está “consumido por ayunos largos” como su familia, una situación que es similar al resto del país (Il. 32-33). Los ayunos largos son debido a la “falta de luz” que he dicho es el símbolo de la esperanza; por eso, la falta de comida es como consecuencia de la falta de esperanza y promesa favorable para España (Il. 33).

En vez de una queja de su sufrimiento, ella termina sus pensamientos con una sonrisa. A veces no hay solución a sus problemas presentes, pero se puede sonreír.


EL ANALISIS Y LA DISCUSIÓN SOBRE EL APARTADO C (Il. 35-50)

Se empieza el último parte del trozo con una descripción de sus actividades diarias en la casa. Sale de su cuarto y encuentra otras habitaciones, que son muy cercamos, la una a la otra. La proximidad de las habitaciones demuestra la intimidad que el país necesita mantener, sin opción. A realizar la reconstrucción, es necesario que España desarrolle un vínculo entre todas las partes del país entero. En la búsqueda de reconstrucción del país y de las relaciones entre la gente, por cierto se encontrarían las obstrucciones y dificultades, lo que es significado por el tropezón de Andrea con un hueso.

En mi opinión, es posible que el loro sea un símbolo de Franco, la dictadura durante la posguerra. El loro “rumiaba cosas suyas, casi riendo” (Il. 41-42). Franco permitió una economía injusta—la sociedad no funcionó bien en las desigualdades. Era el líder de su país pero no mejoró la economía y el estado del país. El loro loco a veces “chillaba de un modo espeluznante” que significa las espeluznantes acciones odiadas por los ciudadanos de España; por ejemplo, la imposición de la religión católica.

El hambre de Andrea refleja la falta de la mejora de la condición de hambre en España.


EL TEMA

La España de posguerra del dictador Franco sufrió de una plétora de problemas—problemas de la economía, desigualdad y disensión.


LA CONCLUSIÓN

A mí me encanta el simbolismo histórico de este texto y el uso de objetos demonstrar el sufrimiento, la hambre, la muerte, la desigualdad, la disensión, y la necesidad para la reconstrucción de España durante la posguerra. España se enfrentaba a una avalancha de problemas en su país, pero la luz de esperanza del pasado eventualmente se reflejaría en el futuro. Este texto es una representación clara de España durante el tiempo, y el sufrimiento de una joven tradicional.

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