Thursday, September 30, 2010

Trozos de las tres novelas

Nada por Carmen Laforet
Capítulo VXII, página 186

“La ciudad, cuando empieza a envolverse en el calor del verano, tiene una belleza sofocante, un poco triste. A mí me parecía triste Barcelona, mirándola desde la ventana del estudio de mis amigos, en el atardecer. Desde allí un panorama de azoteas y tejados se veía envuelto en vapores rojizos y las torres de las iglesias antiguas parecían navegar entre olas. Por encima, el cielo sin nubes cambiaba sus colores lisos. De un polvoriento azul pasaba a rojo sangre, oro, amatista. Luego llegó la noche” (Laforet 186).

Elegí este trozo porque describe el cambio en los pensamientos de Andrea. Al principio de la novela, la joven tenía la ilusión que Barcelona sería una ciudad hermosa y de aventura―una vida de colores tanto vivos de los colores del atardecer. Ahora, ella está desilusionado y da cuenta que la ciudad sufre de la posguerra. “Tiene una belleza sofocante” (Laforet 186). Después de su descripción del día, se dice “luego llegó la noche” (Laforet 186). Es decir, la ciudad está en un estado oscuro, como la noche.



Trozo de Entre visillos por autora Carmen Martín Gaite
Capítulo 16, página 228:

“Qué difícil era: era dificilísimo. Me arrodillé en la alfombra y allí, sin verla la cara, rascando arriba y abajo, arriba y abajo, he arrancado a hablar no sé cómo y le he dicho todo de un tirón. Que nos volvemos mayores y él no lo quiere ver, que la tía Concha nos quiere convertir en unas estúpidas, que sólo nos educa para tener un novio rico, y que seamos lo más retrasadas posible en todo, que no sepamos nada ni nos alegremos con nada, encerradas como el buen paño que se vende en el arca y esas cosas que dice ella a cada momento. Saqué lo del novio de Julia, me puse a defenderle y a decir que era un chico extraordinario. Yo no le conozco, pero eso papá no lo sabe, me estaba figurando que era yo la que quería casarme, y de pronto me di cuenta de que no pensaba en Miguel, que veía la cara del profesor de alemán” (Gaite 228).

Me encanta este trozo porque representa el giro inesperado del personaje Natalia. Natalia representa a un personaje dinámico que cambia por las páginas de la novela. Al principio, ella no tiene ni confidencia ni opiniones habladas. Sin embargo, ahora ella descubre su voz. Se habla con el corazón encogido todos los sentimientos que no ha hablado nunca. El lector o la lectora ve el corazón de Natalia por las palabras habladas, en vez de las palabras escritas. Antes de este momento, se puede saber los pensamientos de Natalia por su diario escrito solamente; ella ha vivido eclipsado por sus hermanas, y no ha expresado que pensaba. De este momento, se entiende que ella no cree que la vida del sexo femenino sea encontrar al novio simplemente. Ella cree que la educación es muy importante y no quiere que la gente mire a las mujeres como “estúpidas”. En fin, se aprende que ella está pensando en sus sentimientos románticos hacia el profesor de alemán, Pablo. Creo que este trozo representa el tema de la novela claramente; la mujer es una figura más que una novia y una madre, pero muchas veces el amor es inevitable. La mujer puede buscar la felicidad en cualquier cosa que le gusta—la educación, el arte, la música, la literatura, o si quiere, la maternidad.


Trozo de Los Hijos Muertos por Ana María Matute
Capítulo octavo, página 179

“Crecía como un lobo. Tenía sueño. En las mañanas entraba el sol por los resquicios de la ventana, el sol que venía a caer en el pecho, el sol de oro, tibio, oloroso a hierba. Estaba tendido, cruzado sobre la cama, con el pelo revuelto. Dormía con un sueño que se siente, que se nota, que se sube: con el sueño de la primera juventud, rendido, pleno. Huía de las palabras estúpidas, de la palabra “dinero”, de las palabras “nos debes”, de las palabras “tu padre, el maldito”, “tu padre, el cobarde”, “tu padre, el estúpido”. Buscaba la vida, la vida oculta, amasada en la tierra en la carne. El amor, la hierba aún joven, más allá de las palabras, de los rencores y de los deberes. Y los sueños. Los malditos sueños, que matan a los muchachos.”

Daniel en su sueño revisita su juventud que era la vida simple―no se necesitaba pensar en el dinero, en los mandatos de otros, y en la realidad de palabras duras hacia su padre. Pero el sueño es un sueño simplemente; y eso él odia. Me gusta este trozo porque demuestra el desengaño con su vida y su deseo huir de la.

6 comments:

  1. Sarah: me gusta el trozo de Entre visillos. Admiro a Natalia porque tiene un ánimo más profundo del que las otras mujeres del libro. Es una buena representante de nuestro sexo...¡Viva Natalia, la inteligente!:) --D2

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  2. Estoy de acuerdo con Deedee. :) Gracias por tus comentarios.

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  3. De Los hijos muertos: "Crecía como un lobo." Me interesan mucho las comparaciones con los lobos a lo largo del libro, especialmente en cuanto a Verónica, Daniel, y Miguel.

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  4. Gracias, Sarah! me interesan tus trozos tambien. me gusta como tu describes los sentimientos de Andrea, y que al llegar, se dio cuenta de que la ciudad no era lo que habria visto en su mente. Muy bien hecho, amiga! Que pase Ud. unas buenas vacaciones!

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  6. ¡Gracias a todos! :) Espero que todos de Uds. pasen unas buenas vacaciones :)

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